Inteligencia y compliance
El empresario, acuciado por los problemas del día a día, en un mercado cada vez más tecnológico, competitivo y complejo, se ve asaltado permanentemente por exigencias de carácter burocrático de las que difícilmente entiende su necesidad o utilidad. Una de ellas es la obligación de desarrollar un programa de cumplimiento normativo, comúnmente conocido como compliance, dentro de su propia compañía, con el establecimiento de políticas de control, cursos de formación y creación de órganos de vigilancia internos, destinando tiempo y recursos económicos a una actividad aparentemente nada productiva.